Como sabes, antes de final de año lanzamos un nuevo proyecto, Quién cobra la obra, una investigación periodística basada en datos sobre la contratación de obra pública en España a lo largo de los últimos años. Es nuestra primera incursión en el mundo de la contratación pública, y a finales de julio publicamos este pequeño adelanto (El 60% de los contratos de los ministerios en 2014 se adjudicaron sin concurso) para ir abriendo boca.

Estos días, al tiempo que extraemos y conformamos la base de datos que será el gran objeto de la investigación, estamos avanzando en paralelo con el look & feel de la web, el diseño de la identidad gráfica y el logo. Como uno de los grandes objetivos del proyecto es poner luz y datos sobre las empresas que han obtenido los contratos de obra pública en nuestro país en los últimos años y conocer quiénes están detrás de ellas, hemos pensado en sustituir el logotipo provisional que usamos durante la campaña de crowdfunding

…por una identidad más atractiva y complementaria visualmente con la del proyecto** Quién manda, **nuestro mapa de relaciones político-empresariales:

Para ello, lo primero era hacer desaparecer la chistera y el mostacho aristocrático. La batuta en la obra pública española la llevan el concejal de Urbanismo y el empresario de la construcción, eso lo sabemos todos, pero elegimos el casco de obra como el rasgo más característico y más rápido de identificar del sector la construcción civil. Es más, una de las recompensas que corresponden a un grupo de donantes que pusieron su granito de arena en Goteo para hacer esto posible es un casco de obra con el logotipo del proyecto. Así que adiós, chistera.

Antonio Guzmán, el diseñador gráfico que realizó el estupendo diseño de Medicamentalia y sus infografías, empezó a trabajar sobre esta idea y nos pasó varias propuestas:

Como podéis ver, la clave estaba ahora en el bigote. Si el de Quién manda era insigne y aristocrático…

… el bigote de Quién cobra la obra debía de ser un poco más… Resines. Un bigote “más Resines”, y todos lo vimos claro. Así que, dicho y hecho, esta es la opción que ha terminado de convencernos:

Lo dicho: ya estamos manos a la obra (perdón, chiste fácil). También contactaremos pronto con los numerosos voluntarios que han mostrado sus ganas de colaborar (¡gracias!), así que muy pronto tendremos más noticias.

¡Seguiremos informando!